HABLEMOS DE LAS CREENCIAS


... de la Red
 
 
 

 Creo modestamente que mientras la especie humana en evolución no logre superar el límite físico impuesto por la materia (el estado actual en que se manifiesta nuestra consciencia), algunas o muchas de las creencias de orden metafísico superior que el ser humano experimenta, nunca podrán ser verdaderamente validadas; es decir: ni probadas, ni refutadas. Continuarán exclusivamente recluidas en el ámbito personal del sujeto, constituyendo en todo caso su fe de vida.

Sin embargo, una inquietante duda me asalta, a pesar de que muchos digan que el Mundo en el que vivimos es lo que es, pura naturaleza a la que no debemos asignar ninguna dimensión espiritual. La cuestión es ésta:

¿Por qué, si existimos dentro de lo que la mayoría de los científicos consideran un campo conformado por fenómenos de orden físico, llega a  penetrar en nuestra mente el mundo ontológico de las ideas, eso que podríamos denominar desde un punto de vista filosófico: el mundo platónico? Algo que desdobla nuestra experiencia y llega a escindirla en dos planos diferenciados: materia y espíritu.

Ya sé: el viejo dilema de la dualidad cartesiana, para mí aún no resuelto. Y que en relación con esa estimada dualidad, curiosamente abandera posiciones encontradas incluso dentro de los investigadores dedicados al estudio de la Física Cuántica. A las pruebas me remito.
 
Es evidente que no sabemos aún cómo funciona la consciencia humana; y no deberíamos afirmar por tanto, sin pruebas irrefutables que lo avalen, una simple igualdad isomórfica entre el cerebro y la mente.

 
      Blog: "Papel en Blanco"              (J.L. Pacheco)

 

Comentarios

Entradas populares